¡Los hongos están entre nosotros! Resultados del cultivo y aislamiento en el laboratorio
Recuerdas cuando dijimos que los hongos podían estar en el oído de un perro, en el agua de un bebedero o incluso viajando pegados a una mosca? Pues ahora llegó el momento de contarte qué encontramos realmente después de incubar nuestras muestras. En esta entrada, te llevamos paso a paso por los resultados de nuestra práctica de laboratorio, explicando no solo lo que vimos a simple vista, sino lo que estos hallazgos significan en el contexto de la medicina veterinaria.
🔍 ¿Qué hicimos? Un breve repaso de la práctica anterior
En la sesión pasada, realizamos la recolección y siembra de hongos a partir de cuatro tipos de muestras reales:
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Muestra del oído de un perro con otitis.
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Tierra del suelo con una mosca.
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Pelos de un caballo (del cuerpo y la crin).
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Agua reposada de un bebedero con y sin linaza y mosca.
Todas estas muestras fueron sembradas en Agar Sabouraud, un medio selectivo que favorece el crecimiento de hongos y levaduras. Luego, las dejamos incubar durante varios días para observar qué tipo de microorganismos aparecían.
¡Y los resultados fueron más interesantes de lo que esperábamos!
Caso 1: Otitis en perro – ¿Había hongos en el oído?
Sí, y no pocos. Al revisar la caja de Petri que contenía la muestra del oído del perro, encontramos colonias cremosas, brillantes y de un color blanco amarillento. Bajo el microscopio, las estructuras observadas sugerían una levadura muy común en veterinaria: Malassezia pachydermatis.
¿Qué significa esto?
Malassezia es una levadura que vive naturalmente en la piel de los perros, pero en condiciones de humedad, calor o si el sistema inmune está debilitado, puede multiplicarse en exceso y causar infecciones. En este caso, confirmamos que la otitis tenía un componente fúngico, lo que podría cambiar completamente el enfoque del tratamiento.
Caso 2: Tierra con mosca – ¡El vector fúngico en acción!
Este resultado fue uno de los más visuales. En la caja donde colocamos una muestra de tierra junto con una mosca viva, aparecieron colonias algodonosas y esponjosas, de colores blanco, verde y gris.
Al observar al microscopio, detectamos estructuras compatibles con hongos filamentosos, como:
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Aspergillus spp. (colonia verde)
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Penicillium spp. (colonia azulada)
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Posiblemente un hongo saprofito de suelo.
🦟 Lo interesante...
Muchas de las colonias estaban alrededor de la mosca, lo que demuestra que estos insectos pueden transportar esporas fúngicas en sus patas o cuerpo, convirtiéndose en vectores silenciosos de hongos que pueden afectar tanto a animales como a humanos si entran en contacto con heridas, comida o superficies.
Caso 3: Pelos de caballo – Un dermatofito asomando
En esta muestra, distribuimos pelos de la crin y del cuerpo del caballo sobre el medio de cultivo. Tras unos días de incubación, se observaron colonias circulares, secas y de color blanco grisáceo, especialmente alrededor del folículo piloso.
Con la ayuda del microscopio, descubrimos hifas delgadas y estructuras conocidas como artroconidios, típicas de hongos dermatofitos como Trichophyton equinum, que causa tiña en caballos.
¿Por qué es relevante?
La dermatofitosis es una infección cutánea altamente contagiosa, que puede transmitirse entre animales y también a humanos (¡zoonosis!). Aprender a reconocer estos hongos a partir de muestras de pelo es una habilidad muy útil para futuros veterinarios.
Caso 4: Agua de bebedero con variaciones – ¿Qué favorece más el crecimiento?
Esta fue nuestra prueba más experimental. Usamos una caja de Petri dividida en tres compartimentos, con las siguientes combinaciones:
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Agua + mosca
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Agua + linaza
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Agua + mosca + linaza
¿Qué pasó en cada uno?
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Solo mosca: Pocas colonias, crecimiento leve, mayormente levaduras.
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Solo linaza: Colonias más grandes, con aspecto filamentoso y esporulado. Al parecer, la linaza actuó como un sustrato nutritivo.
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Mosca + linaza: ¡Boom fúngico! Fue la zona con mayor crecimiento y diversidad de hongos.
La combinación de un vector (mosca) y un sustrato (linaza) crea un ambiente ideal para la proliferación de hongos. Esto nos hace pensar en lo peligroso que puede ser el agua estancada y mal cuidada en zonas rurales o establos.
Apoyo con RapID ONE – Confirmando identidades fúngicas
Además de observar morfologías, utilizamos el sistema RapID ONE, que nos permitió identificar algunas levaduras presentes en las muestras gracias a sus reacciones bioquímicas.
Con esta prueba detectamos Candida spp. en algunas colonias del bebedero y también confirmamos Malassezia en la muestra del perro.
✔️ Ventajas de RapID ONE:
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Resultados rápidos (en pocas horas)
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Lectura visual sencilla por colores
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Alta precisión para levaduras comunes
¿Qué aprendimos realmente?
Esta práctica no fue solo sembrar hongos y verlos crecer. Fue una experiencia integral para entender cómo los microorganismos interactúan con su entorno, con los animales y con nosotros. Aquí algunos aprendizajes clave:
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Los hongos están en todas partes: Pelo, agua, suelo, oídos…
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Los vectores como las moscas pueden ser transportadores invisibles de esporas.
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La identificación temprana es clave para evitar enfermedades en animales.
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Los medios selectivos y las pruebas bioquímicas nos facilitan mucho el diagnóstico.
Pequeños, pero poderosos
Aunque invisibles a simple vista, los hongos tienen un impacto enorme en la salud animal. Saber identificarlos, comprender cómo se comportan y aplicar las herramientas adecuadas para su estudio es una parte esencial de la formación veterinaria.
Cada colonia que vimos crecer nos enseñó algo nuevo. Ahora que conocemos su comportamiento en diferentes ambientes, podremos tomar mejores decisiones clínicas en el futuro.
Realizado por:
Laura Valentina Pinzón Quiroz.
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